
Qué fría noche, parece que la luna no quiera darnos un trozo de ternura, ni si quiera entregarnos parte de los recuerdos que nos fueron arrebatados. Qué oscura realidad la que nos rodea, tener que olvidar un sentimiento que sin pedirlo nos fue regalado, encerrarnos en un pasado que se nos escapa de las manos y dejar que los besos recibidos se hagan nostalgia a la que añorar. Qué fría noche, ¡verdad que los sueños saben mejor cuando se cumplen!, Ahora mira tus manos, ¡verdad que quedaron vacías!.
Esas miles de mariposas que brotaron de nuestras caricias escaparon tras una estrella fugaz, dejaron de iluminarnos con sus colores, porque no supimos guardarlas en lo más profundo de nuestras almas. ¡Qué egoístas fuimos!, tragamos todas las estrellas del firmamento en una sola noche y ahora no queda nada que sacie nuestro apetito.
Mas escucha por un momento lo que desde arriba se nos cuenta, una historia de amor jamás escrita, esa que tú tambien conoces, por ser el protagonista. Habla de algo tan imposible y triste que nadie se atrevió nunca a escucharla, pero con tanta ternura reflejada que incluso el viento llora al narrarla.
Y es en esta noche tan larga, fría, oscura, impenetrable, cuando más te recuerdo, ahora que parece que no habrá madrugada que continué con tu recuerdo en mi memoria, cuando he de confesarte que aún después de todo el daño sufrido, sigue quedando en mi corazón la esperanza de que tú me sigas “queriendo”, de que esa vela que en tu alma guardas, pueda seguir brillando a pesar del tiempo. Podría estar durante horas escribiendo, dedicándote palabras de cariño, envueltas entre las frágiles notas de una canción, sabiendo que quizás tu pequeña burbuja de cristal se haya repuesto del dolor causado o se haya hecho tan fuerte que ni mi calor consiga derretir el hielo que la rodea. Podría estar durante años esperando a que te decidas por compartir mi vida, derramando sueños en la almohada que quedarán grabados en la empañada ventana y saber que nunca será como antes, que ese verano fue tan solo un destello de una realidad inventada y jamás será visto como un verdadero sentimiento que nació de la nada.
Qué fría noche, no niegues a mis palabras, como si no supieras a quién van referidas, no dejes escapar la magia que tan dulcemente te rodea, no olvides, querido amigo, que la traición fue necesaria, que tan solo luchamos por lo que nos pertenecía aunque tú, cobarde ante tu propio engaño, desmentiste con sangre los momentos vividos, olvidaste los juramentos antes de la muerte dichos y destrozaste la sencillez de las palabras "te quiero". Qué soledad la mía, ¿y tú?, ¿crees que tu burbuja te librará de esta amarga desdicha?, tan solo te hará creer que puedes vivir en una fantasía, y cuando descubras que la vida araña los sentimientos con mentiras, descubrirás que aquel pasado que te acompaña es las más triste historia de amor jamás escrita.